Todo traductor debe conocer ciertos
mecanismos que le ayuden a una buena traducción.
Siempre viene bien tener a mano un buen
diccionario monolingüe, tanto en español como en francés.
Si no lo disponemos en formato papel, en Internet
lo encontramos.
Así en español está la Real Academia Española y en francés Larousse. Este último además, incluye diccionarios bilingües.
El error de un traductor principiante es buscar traductores en línea como Google, y traducir al completo un texto. Un traductor en línea selecciona entre las palabras que tiene memorizadas, sin embargo no entiende un contexto, como sí lo hace la persona encargada de traducir. Así que esta, debe encargarse de buscar en Internet, diccionarios, enciclopedias y averiguar el sentido de la oración y/o palabra.
El trabajo de un traductor se distingue por la documentación. Utiliza diccionarios, gramáticas, corpus, glosarios, bases de datos terminológicas, revistas especializadas, incluso foros.
Esta documentación lleva un trabajo previo, es decir, una búsqueda que se va ampliando cada día, traducción tras traducción, y es un trabajo que debe hacer cada persona, por ello en esta página únicamente se adjuntan dos enlaces hacia diccionarios monolingües, pues si el trabajo se diese ya hecho en este blog, sería un regalo y no habría una buena documentación. Así que, ¡a trabajar!
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